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Visita obligada puede ser a algunas de sus fuentes y paisajes naturales.

 Fuente y merendero de los Berros.

Saliendo de la población en dirección a Villarroya, después del Pajar de Lazáro, a la derecha sale una pista que lleva a la Fuente de los Berros. En su entorno se ha levantado un merendero.

Desde la fuente los Berros, siguiendo a contracorriente el río encontraremos , unos metros más,  arriba la fuente la Salud.

   

Fuente la Cañada y masía los Rimeros.

Al salir del pueblo hacia Teruel, en la misma curva del Loreto, se coge el camino que lleva por delante de los pajares. Al llegar a un rellano coger el  camino de la izquierda y seguir por la calleja hasta la zona de la Torreta. Al lado del merendero sale otra calleja, a la derecha,  que nos llevará a la fuente de la Cañada. Si seguimos recto llegaremos a la masía de los Rimeros y de aquí a Jorcas.

  

Fuente los Baños y el Tormagal.

Cogemos la carretera en  dirección a Villarroya de los Pinares y Cantavieja. Pasada la primera curva después del Morrón  Royo, a la derecha,  sale un camino. Bajamos hacia el río y al llegar a los primeros huertos,  tomamos  un camino a la derecha que nos llevará a la Fuente los Baños.

Si seguimos el camino, sin bajar al río, llegaremos al molino del Tormagal .En su entorno encontramos una de las mayores concentraciones de álamos y a la derecha el vistoso paisaje de la Avellanera. Un bosque espeso de avellanos silvestres en la falda de una cornisa rocosa

  

Canaleta y valle de la Peralta.

Cogemos la carretera en dirección a Villarroya de los Pinares. Al llegar al puerto de Sollavientos tomamos a la derecha la pista de Sollavientos. Pasamos las masías de la Vegatilla y la Cambra. Unos metros más adelante sale una pista que lleva a las masias de las Peraltas. Al acercarse la pista al barranco debajo de las rocas nace la fuente.

  

Ermita y fuente de Santa Isabel.

Cogemos la carretera en dirección a Villarroya de los Pinares. Al llegar al puerto de Sollavientos tomamos a la derecha la pista de Sollavientos. Dejamos a la izquierda las masías de la Vegatilla, la Cambra y  el Más de Pina; a la derecha el hostal del Mas Quemado y más adelante Casa Angélico y el Gravieso a la izquierda y la Capellania con su fuente, a la derecha,  y seguimos hasta la ermita de Santa Isabel . Fábrica  de 1.546 de mampostería, con una única nave cubierta con techumbre de madera. Los arcos perpiaños se apoyan en columnas toscazas, en una de las cuales consta la fecha indicada.

Por la derecha de la ermita vamos a buscar un camino que nos conducirá a la fuente.

También podemos llegar siguiendo la antigua ruta de la romería: por la carretera hasta el más de Pina y después seguir el cauce del rió Sollavientos hasta la fuente de Santa Isabel.

     

Cueva la Boina.

Cogemos la calle la Luna  en las misma puerta de la Hospedería Palacio de Allepuz en dirección a las eras del Castillo. Al final del asfaltado de la calle subimos una pequeña cuesta y seguimos el camino que sale a la izquierda  y , siguiéndolo en paralelo al cinglo, nos llevará hasta el portillo. Ya en la loma veremos el peirón de San Cristóbal y los pilones que señalan el camino a Villarroya. Desviándonos por el camino hacía la derecha seguiremos hasta que nos encontremos a la altura del pajar de Lázaro. Por allí encontraremos un bajador a la cueva de la Boina.

   

Las Chimeneas de hadas

Al este del pueblo, entre un rellano , en el que están instalados pajares y corrales, y la cornisa caliza del cinglo, que culmina a 1500 metros, surge un corto barranco conocido con el nombre de Barranco Jaime. El barranco llega hasta el río Sollavientos por una pendiente rápida, del 15%. La cornisa ha suministrado un material abundante hasta el punto de rellenar el barranco en varias ocasiones. Los elementos de mayor importancia de estos materiales son los bloques de varias decenas de decímetros cúbicos de forma “paralelipédica“ masiva, que constituye el sombrero actual de las chimeneas de hadas conservadas en el barranco con una altura de 2 metros más o menos.

Las chimeneas de hadas constituyen una huella privilegiada de los revestimientos de las vertientes y de los rellanos de los valles antiguos: el conjunto debió ocupar un lugar importante en cuanto a superficie.

El material que constituye las chimeneas está constituido de una formación de gelifractos del tipo de los grezes. Las pequeñas piedras de cal, muy llanas y angulosas, están puestas horizontalmente de una manera muy regular, bien paralelas, y son homométricas en el interior de una misma capa. Están envueltas en una matriz lamino-arenosa de color ocre- amarillento, ligeramente enriquecido de cal difusa a veces agrupada en pseudo- hongos.Las piedras que forman el sombrero están dispuestas en llano, en el sentido de la pendiente de las capas, siendo esta del 20%.

Estos depósitos de grezes se produjeron en épocas de un frió muy intenso. El abarrancamiento se ha producido en distintas fases . Los materiales de la segunda fase son diferentes de los grezes. Los rodillos, menos abundantes tienen formas mucho menos características, son más gruesos y vulgares, menos llanos, la matriz es un légamo (arcilla) arenoso y fino, de color gris, sin consolidación.

Posteriormente se ha producido un desgaste de las vertientes por la acción de las lluvias. Este desgaste ha sido borrado por desprendimientos de barro

    

 El chopo de la masía Las Pupilas

En la carretera que une Allepuz y Jorcas, en el kilómetro 54,6 se encuentra la Masía de Las Pupilas, precioso conjunto de viviendas y edificios relacionados con el aprovechamiento de las tierras de esa parte del Alto Alfambra.

Frente a la masía hay una pequeña casita de la que sale un camino que atraviesa un dosel de setos con algún ejemplar notable de espino albar y aproxima al propio cauce del Alfambra, en cuyo lecho abundan los depósitos de gravas y limos del color rojizo.

En la margen derecha del río se encuentra una de las mejores concentraciones de chopos cabeceros de este gran valle y de la península Ibérica. Se trata de una red de setos arbolados salpicada de un conjunto de pequeñas dehesas en donde hay un gran desarrollo de arbustos espinosos tras el retroceso del aprovechamiento ganadero. Algunas de las parcelas que hay entre los linderos siguen siendo cultivadas mediante siembra de forrajeras (heno) mientras que otras han perdido su laboreo pero sus pastos siguen aprovechándose a diente.

En medio de una de las parcelas mayores hay un gran árbol. Su tronco tiene forma ovalada y un perímetro de 6,85 (a 1,30 m. del suelo). La longitud del eje mayor de la copa es de unos 19 metros mientras que la altura total del árbol alcanza los 22 metros al no haber sido podado en hace más de 20 años.

El tronco presenta un hueco que parte desde el propio suelo. Tiene varios abultamientos con brotes epicórmicos y otro a modo de roseta suberosa carente de brotes. Aunque presenta heridas y huecos, su corteza tiene un color verdoso que muestra la vitalidad del árbol, en pleno crecimiento a pesar de sus dimensiones. Acumula agua en concavidades de la toza que acaba supurando a través de la corteza donde se observa una mancha oscura producida por la mucosidad en donde abundan algas diatomeas y clorofíceas. Se divide en dos partes de desigual tamaño. La mayor soporta en su cabeza seis robustas vigas y la menor con disposición lateral tan sólo dos.

Sus coordenadas son 0690429/446458 y se sitúa a 1330 m.s.n.m. dentro del término municipal de Allepuz (Maestrazgo), aunque ya cerca de su límite con Jorcas (Comunidad de Teruel).

Este árbol es uno de los mayores conocidos en el alto valle del Alfambra y forma parte de uno de los paisajes arbolados más preciosos y singulares de la cordillera Ibérica.   Desde Xiloca